Solo cuando entendamos que el Mercado de Bazurto es el problema fundamental del urbanismo de la ciudad podremos formular una solución que consulte lo preceptuado por el Plan de Ordenamiento Territorial -POT – vigente, y así marcar el paso hacia la transición de la construcción del Parque de la Ciencia y la Tecnología y otras actividades que sirvan de soporte al Sistema Integral de Transporte Masivo -SITM – de Cartagena -Transcaribe.
Con la expedición del Decreto 1490 de 2007, a través del cual se adoptó el Plan de Renovación Urbana de Bazurto, se dio un paso en la vía correcta, pero la falta de consenso en la ciudad en torno a programas y proyectos que trasciendan los periodos de gobiernos de los alcaldes de turno dieron al traste con un instrumento de gestión que era de gran utilidad para afrontar la solución macro-urbanística que requiere este problema.
Como una novedad, el secretario de Infraestructura del Distrito avienta la noticia de que la propuesta de la Administración Distrital consiste en impulsar la Central de Abastos; la restauración del edificio primigenio de Bazurto para dejarlo como un mercado novedoso, al mejor estilo de Barcelona; y la constitución de una red de mercados sectoriales.
Al secretario de Infraestructura, por lo visto, no le cuentan lo que pasa en el mercado sectorial de Santa Rita.
Para no entrar en especulaciones nos dimos el trabajo de ir a mercar en Santa Rita y, de paso, comparar precios con los del mercado de Bazurto, a donde vamos con alguna frecuencia. Aprovechamos también para entrevistar a algunos vendedores.
Allí, el panorama es desolador. Hay muy poco flujo de compradores y la oferta a la canasta familiar es limitadísima. Los precios son muy superiores a los del mercado de Bazurto e, inclusive, mayor o igual al de las tiendas mayoristas de esquina y tiendas de cadena establecidos en la zona.
Muchos han quebrado por efectos de la pandemia; otros, porque el volumen de ventas, por las razones expuestas, no le han permitido amortizar los préstamos a cuenta gota que han tomado para surtir sus colmenas.
De los 243 locales disponibles, casi 100 están desocupados:
La explicación a la falta de competitividad del mercado Santa Rita es diversa. Algunos entrevistados manifestaron que la Administración Distrital les ha incumplido, porque el compromiso era que iban a conseguir que los camiones que abastecen a Bazurto entraran también al mercado de Santa Rita, así como la construcción de cuartos fríos para la conservación de los productos, con el fin de no comprar todos los días.
Pero una señora muy sabia, que tiene más de 25 años de vender en el lugar, quien nos manifestó que antes de construirse el nuevo mercado los antiguos vendedores del mercado de Santa Rita iban también a Bazurto a comprar, y los más de 100 vendedores de entonces se ganaban la vida sin problemas; las tiendas de barrio no les competían.
Haciendo una pausa, con nostalgia en su mirada, concluía: –Mire, hace siete años, por aquí no había tiendas de cadena, ni tiendas mayoristas en todas las esquinas; esa es la realidad.
Y esa es la realidad que las administraciones distritales no han querido entender. Y también agregó que hay cachacos que tienen más de 20 tiendas mayoristas de esquina. Compran camiones enteros de frutas, plátanos, yuca y verduras. -¿Quién compite con ellos?
Así mismo, nos contaba la alianza que se viene tejiendo entre algunas tiendas de cadena y las tiendas de barrio y tiendas mayoristas de esquina: les dejan mercancía a precios muy cómodos y a consignación; y luego pasan, en la tarde, por el dinero de la mercancía vendida.
La consecuencia de todo esto es que el mercado sectorial de Santa Rita va camino a convertirse en un elefante blanco con graves consecuencias para las arcas distritales. En la actualidad el Distrito tiene la carga de cancelar los servicios públicos de todos los locales comerciales activos, así como el mantenimiento, aseo, servicio de vigilancia y el pago del personal administrativo.
Por esta carga económica que asume el Distrito es que los pocos negocios que subsisten pueden hacerlo.
Este es el modelo que la Administración Dau quiere replicar en varios sectores de la ciudad.
La reubicación del mercado de Bazurto hacia una central de abastos mayorista, con mercados minoristas adyacentes, en un sitio donde se puedan absorber los impactos urbanísticos, ambientales y de movilidad, es la única solución que Cartagena se merece.
Y para el sector de Plaza Caribe, hasta Martínez Martelo, una renovación urbana para cubrir la demanda de suelo institucional, vivienda de interés social de calidad y demás actividades, tal como manda el POT actual.