El mototaxismo en Cartagena de Indias

 


El mototaxismo en Cartagena de Indias

En Cartagena de Indias, el mototaxismo es un problema estructural de la movilidad urbana, del desempleo y del ordenamiento territorial, principalmente de este último. Por esta razón, su tratamiento ha sido hipócrita y muy parecido a la política antidrogas que ha impuesto el Tío Sam a nivel Mundial.

Agustín Leal

Mientras exista un porcentaje elevado de la población que prefiera este tipo de transporte, es muy difícil controlarlo y evitar su proliferación. El mototaxismo no es un problema de autoridad, sino de gobierno.

La pregunta que no se han hecho los responsables del ordenamiento territorial, la movilidad urbana y el Sistema Integrado de Transporte Masivo -SITM – de la ciudad es: ¿por qué una modalidad de transporte público, que es responsable del 60% de la accidentalidad en la ciudad y es dos veces o más costoso que Transcaribe por kilómetro recorrido, tiene ese nivel de preferencia?

La respuesta es sencilla: por su eficiencia. El usuario del trasporte urbano muy poco evalúa la comodidad y el riesgo que representa un medio de transporte sino la rapidez con que alcance su destino. Por ello, en Europa, donde esta modalidad se encuentra regulada y sus riesgos de accidentalidad son bajos, es el trasporte preferido por altos empleados, ejecutivos y románticos.

Ahora, veamos de donde parten los problemas de movilidad en la ciudad.

Una de las grandes fallas del Plan de Ordenamiento Territorial de 2001 fue el modelo de ocupación escogido para la ciudad, que siguió el sistema funcionalista de la década de los años 50’s, sin detenerse en la dinámica poblacional y su canasta de consumo.

Esto ha originado un sistema de centralidades urbanas totalmente desequilibradas, donde los bienes y servicios que consume la población (canasta de consumo) como: localización de las empresas, sitios de turismo y recreación y bolsa laboral, se encuentran concentrados en la Localidad Histórica y del Caribe Norte.

Se aclara que estas cifras corresponden a los empleos formales, pero si se tiene en cuenta que esta es una ciudad donde la informalidad, casi siempre, ronda el 60%, y esta Localidad abarca todas las zonas turísticas, donde se concentran la mayor parte de los vendedores informales, es fácil suponer que el 80% de este tipo de trabajadores también se ubican en esta Localidad.

A todo esto se le debe sumar que el 80% de la institucionalidad distrital, nacional y una parte de la departamental se encuentran atiborradas en el Centro Histórico.

Esta disfunción en el ordenamiento del territorio causa, per se, que más del 60% de la demanda del trasporte público se de desde y hacia la Localidad Histórica y del Caribe Norte. Este es el cuello de botella de la movilidad urbana que hace colapsar el precario sistema vial que tenemos

Mientras no se restructuren las centralidades urbanas en el Distrito y se baje la institucionalidad del Centro Histórico, trasladando las sedes administrativas distritales y nacionales, las entidades prestadoras de servicios, como Notarias, Curadurías, etc, a una nueva Centralidad Urbana, a un Centro Administrativo Distrital, no se podrá aliviar el problema de la movilidad (leer ‘Mercado de Bazurto: el dolor de cabeza de Cartagena‘).

Pero la responsabilidad directa del desmadre del mototaxismo en la ciudad pesa sobre los hombros de Transcaribe y el Departamento Administrativo de Transporte y Tránsito -DATT-. El fracaso del SITM ha exacerbado el fenómeno porque, al retirar las líneas de buses y busetas sin tener la capacidad operativa para cubrir la correspondiente demanda, ha permitido que ese espacio lo llene el transporte informal, especialmente, el mototaxismo. El aumento exponencial en esta modalidad de transporte en esta administración es el mejor indicador de la gestión de la Gerencia del SITM y de algunos exsecretarios y secretarios de Despacho que sueñan, tras bambalinas, con suceder al actual alcalde.

Un Transcaribe eficiente en frecuencia de horarios y tiempos de recorrido, que penetre en todos los rincones de la ciudad es, sin duda, la mejor arma en contra del mototaxismo.

Al DATT le ha faltado imaginación para abordar el fenómeno. Creemos que el pico y placa no es la solución coyuntural para paliar los impactos en la movilidad que genera el mototaxismo.

Creemos que esta modalidad de trasporte se debe zonificar por Localidades de acuerdo a la demanda de bienes y servicios asociada a la misma, con rotaciones periódicas. Esto limitaría la cantidad de estos vehículos que pueden circular en una determinada zona.

Y ello facilitaría, igualmente, tener una trazabilidad de cada moto, a través de la instalación de GPS o códigos QR fácilmente leíbles por los agentes reguladores de tránsito y la Policía Nacional, a través de sus celulares, lo que añadiría un valor agregado en la seguridad ciudadana, como también permitiría regular el número de motos que podrían circular por cada propietario.